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NUESTRA MISIÓN ES EXTRAER EMOCIONES A NUESTROS CLIENTES: IVÁN PÉREZ DÍAZ

NUESTRA MISIÓN ES EXTRAER EMOCIONES A NUESTROS CLIENTES: IVÁN PÉREZ DÍAZ

 

*Cada vez que hay un ¡guau! es porque satisfacemos la necesidad culinaria de los clientes y porque los atrapamos en un mar de sabores

Desde la perspectiva de Iván Pérez Díaz, empresario restaurantero, la misión básica es extraer emociones al cliente cuando degusta un platillo y convertirlo  hacia una comunión de alma y espíritu. Para ello, se requiere capacitación del personal y una elaborada cocina que satisfaga sus gustos para convocar al asombro  y generar ¡guaus!.

En charla con la revista BIE, Pérez Díaz, originario de Sabaneta, municipio de Coxquihui, pleno corazón de la Huasteca, creado en el ambiente del campo e identificado con las comidas típicas de la región, expresó:

Cuando un restaurante lleva más de diez años de servicio, se convierte prácticamente en una comida tradicional mexicana y el Bufé puede tener esa denominación en el municipio de Boca del Río.

Licenciado en Educación Física por la Universidad Veracruzana, comentó que ya tenía la vocación de emprendimiento y desde su etapa de estudiante, cuando compartía la casa con su primo Carlos Barra, le ayudó en la administración de una tortillería.

“Los negocios me dieron otra visión y cuando egresé de la universidad ya tenía como destino una plaza en la sierra de Puebla, pero opté mejor por continuar con mi sueño empresarial”, expresó.

Iván Pérez indicó que con el respaldo de Barra estableció una nueva tortillería en la zona del Coyol en el puerto, misma que decayó en los siguientes años. Luego estuvo en el negocio de las motos y, posteriormente, incursionó en el negocio de comida.

“Había visto en el mercado de Poza Rica la venta de tacos de guisado y también en otros lugares. Pero sin ninguna infraestructura. De ahí tomé la decisión de crear un restaurante, con todos los servicios.

“Cuando se inauguró El Bufé en 2009, llegaron 300 personas ese día y se convirtió en todo un reto para atenderlas adecuadamente. Tengo la convicción que lo fundamental es tener un justo balance entre precio y calidad, con lo que se garantiza la fidelidad de la clientela”, precisó.

Y no sólo se sigue con los tacos tradicionales, mole en pollo, mondongo. barbacoa, rajas poblanas, adobo de puerco, agua de sabores, postres, como la calabaza que es de temporada, tortillas a mano, sino que hemos incorporado tacos al pastor, al estilo CDMX; tacos de pescado, al estilo Ensenada, Baja California; las garnachas de Soledad de Doblado, carnitas de Michoacán y cochinita pibil de Yucatán.

La plática es ágil y a la par de los conceptos de Iván Pérez, advirtió que se hace la labor de supervisar diariamente y escuchar los puntos de vista del personal para meterlos en una licuadora de ideas, porque no son los tiempos de ¡porque yo lo digo!.

Le acompaña Pedro Escarola, quien posee la experiencia y sagacidad para manejar estos negocios.  “Entre todos contribuimos a mejorar cada día y estamos al pendiente desde el sabor de una salsa, siendo el objetivo la satisfacción final del cliente”.

“Hemos visto a comensales que, cuando prueban un platillo,  lloran porque les recuerda a un familiar querido”, narró finalmente.