En el Café de la Juventud Perdida
De Patrick Modiano
Mtra. Aurora Ruiz Vásquez
(Septiembre de 1922-Abril de 2016)
Vivir es obstinarse en conservar un recuerdo
Patrick Modiano
Tenemos una invitación a leer el Premio Nobel de Literatura 2014, el francés Patrick Modiano, si queremos dar una mirada para conocer a los novelistas consagrados de los últimos tiempos. He de confesar que apenas incurso en esta vasta obra y me incita a adentrarme en su narrativa cuyos temas son siempre de actualidad: la identidad y la juventud, el desarraigo familiar y la importancia de la memoria.
En esta ocasión ambienta su relato en un café como tantos otros tradicionales donde han nacido obras de todo tipo. En el Café de la juventud perdida relata la vida de jóvenes que no tienen donde ir ni quien los espere, ahí se refugian y buscan amigos, beben alcohol hasta perderse. El contexto del Café Condé es un barrio de Paris en los años 60, donde viven estudiantes de entre diecinueve y veintinco años, poetas y todo aquel que quiera disfrutar la bohemia parisina a la sombra de la literatura y las artes.
Es el caso de una chica Louki, quien vive con su madre que trabaja hasta altas horas de la noche por lo cual hay escaso acercamiento entre ellas. Louki cambia de identidad con frecuencia, como escondiéndose de algo, es un personaje misterioso que no tiene pasado ni futuro como todos los demás muchachos, viven únicamente el presente incierto. Un día están aquí, al otro en otro lugar. Ella se escapa de su casa todas las noches, vaga primero por los alrededores y después más lejos hasta encontrar el café Condé donde se siente a gusto.
Regresa a su casa a altas horas de la noche o en la madrugada, en una ocasión la madre la fue a recoger a la comisaría.
Patrick Modiano recuerda su época de infancia y adolescencia representándolo con sus personajes. La novela es amena, relata peripecias de los asiduos visitantes pero especialmente se habla de la desconocida jovencita Louki que se refugia en el café buscando vínculos y contacto humano. La bautizan con ese nombre y ella se integra con el gesto de llevar un libro bajo el brazo.
Louki se casa con un hombre mayor, pero seguía saliendo de noches con amigas, luego conoció a Roland, paseaban juntos, asistían a conferencias de ciencias ocultas, leían libros queriendo encontrarle un sentido a la vida. Un día ya no volvió con su marido. Él la buscaba sin consuelo, con ayuda supo su dirección y se enteró que su madre había muerto y no tenía trabajo fijo por lo que se tiró a la vida de la calle.
Pasaron los años y al regresar a esos lugares donde se tuvieron tantas experiencias descubren que los edificios ya no existen y las personas han desaparecido. En alguna parte de la novela leemos: “Me parecía que me había curado definitivamente de las llagas de mi infancia y de mi adolescencia”. Los personajes adultos visitan un París cambiado, diferente, ya no existen testimonios de su infancia y los lugares que frecuentaban. Los amigos de ayer ya son fantasmas aunque en la memoria han quedado intactos y creemos escuchar sus voces. En otro párrafo el narrador dice que “a veces nos acordamos de algunos episodios de nuestras vidas y necesitamos pruebas para tener la completa seguridad de que no lo hemos soñado”.
El eje de la novela es la búsqueda de la identidad y la memoria. Modiano centra su trabajo en la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi en Francia. París es el escenario de la narración, se precisan con detalle toda localización de calles, sus nombres y sus zonas. Aunque la novela admite varias lecturas e interpretaciones, está reflejando siempre el de apego familiar que trae como consecuencia desorientación y falta de identidad..
Modiano es prolífico en sus obras, varias de ellas llevadas al cine; entre ellas encontramos La trilogía de la ocupación, El horizonte, Calle de las tiendas oscuras, Dora Bruder, La hierba de las noches.
En el Café de la Juventud Perdida
Patrick Modiano
Traducción María Teresa Gallego Urrutia.
Barcelona, Anagrama, 2014
136 pp