Ella se llama Litzy Adilene Vázquez Ochoa, es boxeadora de profesión, de 23 años, originaria de Michoacán, pero de corazón veracruzano y el objetivo fundamental es llegar a ser Campeona del Mundo, consecuencia de una esmerada disciplina y un tributo a su madre que la motivó a ese propósito.

Litzy, quien es conocida como “La Bomba” en el argot boxístico femenil, se reunió con los miembros de la MESA DE CAFÉ del Gran Café de la Parroquia de los 200 Años, encabezada por el Ing. Ulises Cervantes Espinosa.

De hablar fluido, cada una de sus palabras las va esculpiendo hasta lograr sus objetivos de comunicación, comentó que desde muy pequeña se le fue imbuyendo el gusto por el deporte y cuando tenía 11 años, observó a unas niñas peleando en el ring que fue el detonante para abrazar esta profesión.

En toda su carrera amateur tuvo cien combates, de los cuales obtuvo la victoria en 96. Participó en los Juegos Nacionales Olímpicos en Chihuahua, donde obtuvo medalla de Bronce y en el Festival Olímpico en la CDMX, obtuvo medalla de plata.

“Fue una gran satisfacción e impacto emocional obtener esas preseas”, dijo Litzy “La Bomba”, apelativo que le endilgó uno de sus entrenadores al observar que, siendo tranquila, se transforma en el ring y ahí desborda toda su potencialidad.

Cuenta con bachillerato y quedó trunco el estudio en la Universidad Pedagógica Nacional y en cuyo objetivo a largo plazo será estudiar una profesión conectada al deporte.

El boxeo femenil es interesante y paulatinamente entra en el gusto del público. “Se puede decir que la mujer brinda un mejor “show” que los hombres porque se entrega plenamente”, dijo.

En el ámbito nacional es Jacky Nava y Ana María Torres las más conocidas, expresó. A nivel de boxeo masculino recuerda a Juan Manuel Márquez, quien derrotó a Pacquiao.

La imagen internacional de los boxeadores mexicanos es de mucho respeto y admiración porque tienen la fama de ser guerreros y combativos, que nunca se rinden.

En el caso de “La Bomba” Vázquez, actualmente está ubicada en la posición número 2 de 22 peleadoras a nivel nacional y el lugar 36  a nivel mundial de 224 peleadoras, siendo su meta llegar a la máxima aspiración. Hoy está bajo la tutela de Universal Promotion, de Puerto Rico y posee una disciplina que implica un trabajo de 6 horas diarias.

Esto significa entrenamiento matutino, sesión en el gimnasio, correr 8 kilómetros todos los días y llevar una alimentación muy nutritiva.

En todo ello, toma muy en cuenta a su equipo de trabajo: entrenadores Andrés Chaparro Reyes y David Ayala; preparadora física, Sheila Xotla y nutriólogo Roberto Carlos Muñoz Joachín.

 A esta MESA DE CAFÉ, asistieron los arquitectos Rodolfo Poblete Saldaña, Juan Manuel Rebolledo Torres y Marcos Reyes Fierro y los ingenieros Pedro Arias Ávila, Rafael Muñoz Fernández, Jaime Pérez Álvarez, Carlos Dalí Ochoa Aguilar; Saúl Estévez, Angélica Vargas y Héctor M. Saldierna.

Al término de la plática, Litzy Adilene escribió emotivas palabras en el libro de invitados.